Sueño hecho realidad

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Disfruta de esta mágico y excitante relato de la vida real de un fotógrafo fan de la web.

Soy fotógrafo, mi sueño dorado era captar con mi lente escenas eróticas y de sexo, pero sólo me contrataban para bautizos y bodas. Hace unos meses sucedió algo maravilloso. Mi sueño se hizo realidad de la forma más inesperada. Era un bautizo más, aburrido y mojigato como todos los bautizos, capté toda la ceremonia en la iglesia y luego la fiesta se trasladó a un parque acuático de las afueras de la ciudad. Allí la cosa empezó a tomar otro cariz. Todas las madres y padres se despojaron de sus atildadas vestimentas y salió a relucir una exquisita colección de tangas y bañadores. Ya mi labor estaba técnicamente finalizada. Yo me disponía a concluir el trabajo, empecé a guardar mi equipo para dirigirme a mi estudio e imprimir las gráficas. Se acercó hasta mí el padrino y me dijo:

– ¿Qué haces amigo? Ahora es que esto se pondrá bueno. No guardes tu cámara, más bien debes sacar el resto de tu equipamiento.

– Disculpe, pero ya mi labor está completa. Todos los momentos memorables están captados y algo de la celebración aquí. Es lo que se estila. Debo ir a mi estudio a imprimir las copias y traerlas esta misma tarde, sus compadres quieren obsequiar a los invitados unos recuerditos con las fotos ya en papel.

– Mira muchacho, tú no sabes nada. Te cuento: nosotros, todos los que ves aquí, tenemos un club privado ¿No has reparado en el detalle de que no están aquí las abuelas? Dentro de muy poco rato vendrá un grupo de recreadores y se ocuparán de los niños por el resto de la tarde. Y empezará entonces la verdadera fiesta. Nos vamos al baño de vapor los padres de los chicos y comenzará la sesión de compartir de nuestro club. Somos gente evolucionada y un fotógrafo profesional siempre lo hemos echado de menos. Hoy es el día indicado para subsanar esa carencia.

Yo no soy ingenuo y entendí perfectamente lo que insinuaba con “club privado” y “gente evolucionada”, pero quise asegurarme y no pecar de imprudente, así que puse mi mejor cara de idiota y pregunté cándidamente:

– ¿Club privado? ¿Evolucionados?

– A no chico, no vas a salirnos ahora con tonterías ¿Tú como que eres medio pendejo?

– Disculpa amigo, es que no quiero pecar de imprudente. Yo presumo algo, soy joven y de mente abierta, pero tengo que respetar y me gustaría que me aclarara la situación.

– Respetuoso, eso me gusta y discreto también tienes que ser ¿Ok? Te explico: swingers chico. Somos un grupo de amigos swingers, tú has sido escogido para este trabajo estudiando cuidadosamente tu perfil. Soy el encargado de ponerte los puntos sobre las íes. todos estamos de acuerdo en que por primera vez nuestra fiesta sea registrada para la posteridad. Claro es un contrato aparte, se te pagará el doble de lo acordado. Es otro trabajo y lo justo es que sea pagado aparte. Los recuerditos olvídalos, esos se los metiste tú por los ojos a la comadre, pero lo no te ocupes de eso ¿Tienes algún inconveniente?

– Ninguno, tendrán el mejor registro gráfico de su orgía. Dije yo emocionado y en confianza.

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Me fui a la van y me apertreché con trípodes, parasoles, cables, reflectores y cámaras de vídeo. Soy un boy scout, nuestro lema “siempre listos” lo aplico en todas las esferas de mi vida. Mis colegas se burlan de mí por andar con todo mi equipo para todas partes. En esta ocasión se comprobó que tengo la razón. Por supuesto era un trabajo mucho más complejo que unas sencillas fotografías de bautizo. Pero yo no reparé en detalles, era mi sueño hecho realidad y pedí ir adelantando el emplazamiento de mi dotación. Caí en cuenta de que cuando el padrino dijo que se me había escogido cuidadosamente se referían a eso. Sabían que yo cargaba todos lo implementos y la actitud adecuada para hacer una buena producción de su sesión swinger.

La locación era perfecta, dos cámaras de video las emplacé en los ángulos del local, los vapores del sauna daban una atmósfera de por sí insinuante y erótica. Una tercera cámara al hombro y mi cámara fotográfica para la foto fija terciada al cuello serían suficientes. La dotación se completaba con luminarias led y paraguas reflectores. Los bombillos de tecnología de luz fría no subían la ya elevada temperatura del local. Encendí las luces y puse a rodar las cámaras colocadas en los trípodes. La mesa estaba servida.

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Eran ocho parejas hetero, dos de maricas y dos de lesbianas. El padrino era el líder indiscutible del grupo y tomó la palabra.

– Bueno compañeros. Llegó el día tan esperado por todos nosotros. Nuestras travesuras serán inmortalizadas por un profesional. Hagamos lo de siempre y tú muchacho, -dijo dirigiéndose a mí- tienes que participar con nosotros, eres el nuevo integrante de este exclusivo grupo de amigos y tienes que ser algo más que un frío fotógrafo ¿Estás de acuerdo con esta cláusula?

– No hay inconveniente. Expresé emocionado.

– No tienes pareja, si deseas traer a la tuya será bienvenida, si no, no hay ningún problema tienes suficiente de dónde escoger sea cuál sea tu preferencia. Déjate llevar, olvida los prejuicios y no temas ser obligado a algo que no desees. Aquí todo es consensuado y si hay alguien que quiera por ejemplo hacerte sexo anal y tú no quieres, tenemos un simple código. Con decir. “eso no” esa polla buscará otro culo donde entrar, siempre lo hay a disposición. Todos rieron y se desvanecieron los someros resquicios de aprehensión que sin duda estaban bullendo en mi interior. El maestro de ceremonias agregó:

– Eso sí, recuerda que tienes una responsabilidad y que te estamos pagando, ante todo eres el hombre de la cámara y debe quedar un material memorable.

La orgía ya estaba iniciando en aquellos instantes. Iban entrando los participantes, se besaban y despojaban de las diminutas piezas de vestimenta. Hice una serie de retratos de medio cuerpo de cada uno de los presentes quienes posaban para la cámara de foto fija, una de las parejas de lesbianas se emplazó ante una de las cámaras de los ángulos y una gordita le chupaba el coño a su compañera mientras un poco más atrás uno de los maricas le chupaba el pene a otro. Yo con un control remoto abrí el zoon y se captaron ambas chupadas. Dejé las instantáneas y tomé la Handycam, para hacer un paneo. En ese momento la mamá del chico que había sido bautizado me empezó a acariciar el torso y bajó a mamarme la polla. Yo hice una secuencia POV, uno de los chicos gay se unió a nosotros y comenzó a sodomizar a la chica que me chupaba. La mamona se incorporó y se me ofreció de frente. Dejé la cámara en un pequeño taburete cercano y penetré su vagina. Se unió la pareja del maricón y le hizo el anal al que metía su polla a la anfitriona. Éramos ya un grupo de cuatro folladores quienes estábamos siendo captados por dos objetivos que corrían en automático. Yo me corrí y acto seguido me enfoqué a mi labor de camarógrafo y dejé de hacer el sexo. Me limité a registrar la orgía maravillosa que se extendió por más de dos horas. Hubo de todo, trenes de gente copulando a quienes la presencia de las cámaras las impulsó ser histriónicos y expresivos en gemidos y poses.

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El resultado de aquella primera incursión mía como fotógrafo y camarógrafo porno fue todo un éxito. El material bruto fue de más de seis horas de duración y me dediqué por más de dos semanas a hacer diferentes ediciones de los vídeos haciendo 52 cortos diferentes. 1600 fotos de los diferentes ángulos de foto fija también forman parte de esa primera producción audiovisual de club de swingers del sauna room. Todos quedaron encantados con mi trabajo. Ahora soy oficialmente el productor porno del exclusivo club. Ha copado mi agenda. No me pagan por contrato, sino que les preparo sus videos y se los edito y vendo a los mismos protagonistas. Mi sueño se ha hecho realidad, soy fotógrafo pornográfico finalmente. Ya no tengo tiempo de tomar bodas o bautizos para fotografía. Ser nos está ocurriendo crear un portal web porno con las orgías semanales del grupo.

El problema que se me ha planteado es con mi novia. No he sabido cómo enterarla del nuevo rumbo que ha tomado mi carrera profesional. Creo que no se integrará al club de swingers, ella es muy conservadora y ya en el club me siento extraño cogiéndome a todas las chicas sin aportar ninguna pareja de mi parte. No me han dicho nada por mi papel como camarógrafo principal, pero yo no estoy cómodo con la situación. He decidido sincerarme ante mi novia y si no le gusta, tendré que conseguirme una más guarra que disfrute del sexo en grupo y el intercambio de parejas.

xXx Professional fotos Calientes
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